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 18 DE SEPTIEMBRE, SABADO
 
Aprovechamos el día libre para ir a unos baños de sales en unas piscinas climatizadas. El baño de yodo es mi favorito. Sólo es posible estar 20 minutos. Me quedo 30 y salgo atontado perdido. Por la noche visitamos la Voltrog, casa ocupada en pie de guerra ante el inminente desalojo. Las barricadas tienen hasta puestos de vigía.
 
 19 DE SEPTIEMBRE, DOMINGO
 
Viaje a Munich. Se incorpora a a la furgoneta Rafi, hermano de Pipo que se encargara de ahora en delante de vender camisetas y CDs de la banda. Conseguimos llegar al concierto de Buzzcocks, The Goats, Sick Of It All y Bad Brains, pero nos perdemos a los dos primeros. Los otros dos, bestiales, aunque todo el mundo añore a HR. El concierto es en un antiguo aeropuerto que al dejarse de utilizar, fue ocupado. Tiene dos salas y en esta entran 3.000 personas. En la de al lado tocamos nosotros mañana y caben 1.000.
 
 20 DE SEPTIEMBRE, LUNES
 
Lavandería. Aprovechamos el tiempo de lavadora para dar un paseo por la parte vieja de Munich. Coincide con la feria de la cerveza (Oktoverfest) y el ambiente mañanero me recuerda a Pamplona en Sanfermines. El concierto está anunciado como United Colors of Revolution y participamos en el Funk Addicts (de Munich) P.N.A.T.S.H. (Berlín), Tapia eta Leturia y nosotros. Se nota que es lunes; a pesar de tocar los últimos, el concierto resulta bastante frió, con 500 personas que sólo se moverán en los últimos temas.
 
 21 DE SEPTIEMBRE, MARTES
 
Tenemos todo el día para viajar; por la noche hay que tocar en Berlín. La banda está animada, pues el concierto de hace dos años en esta ciudad fue de los mejores de la gira “Gora Herria-Power to the people”. Encontramos un par de atascos típicos en las autopistas alemanas, que nos obligan a tomar caminos alternativos que retrasan nuestra llegada a Berlin muchas horas. La ciudad está tomada, pues la visita de altos cargos turcos ha puesto a todos los comunistas turcos y kurdos en pie de guerra.
El concierto lo organiza la gente del K.A.B. (local ocupado y gestor de la mayoría de los conciertos alternativos desde hace muchos años) y va a ser en la Tu Mensa (Universidad). Toda la gente nos ayuda a descargar el equipo y nos encontramos con Neil (cantante de Anestesia) y un colega suyo. Mikel sale con más ganas que nunca. El concierto, como siempre en Berlín, una fiesta. Los bises que hacemos con Tapia eta Leturia consiguen hacer bailar hasta a las torres de sonido.
Después del concierto nos vamos a Kreuzberg, el barrio donde todavía manda la escena autónoma y nos despedimos de Tapia eta Leturia, que mañana vuelven a Euskadi, entre muchas cervezas y kebaps.
 
 22 DE SEPTIEMBRE, MIERCOLES
 
Hemos tenido que realizar una pequeña remodelación del calendario, pues la actuación de Lund (Suecia) se ha suspendido. Hemos conseguido otra en Hamburgo, donde ya habíamos tenido varias ofertas, y el concierto de Copenhague lo hemos pasado al día 24.
El viaje Berlin-Hamburgo es corto. En los Hafenstraasse, conjunto de casas ocupadas enfrente del puerto y famosas por sus murales de apoyo a la R.A.F. (Rote Army Fraction), hoy en día censurados. Nos instalamos y tocamos siendo el chiste del día la mierda de perro que hemos encontrado en una esquina del escenario. Por la tarde visitamos un museo digno del mejor cuento de Tintín, repleto de objetos traídos de en su mayoría, África y Asia por un viejo loco de barba blanca que le llega hasta el suelo y que regenta el local. Hay un momento en que todos los fetiches y animales disecados clavan sus miradas en nosotros y salimos despavoridos.
Unos viejos amigos de Oiartzun y Renteria están también en Hamburgo, y nos lo pasamos de miedo con ellos.
Aunque las condiciones técnicas sea un desastre, la actuación resulta muy potente. Entre el público destacan unos chilenos que no paran de gritar y bailar, también esta Laurent, exguitarrista del grupo Bèrurier Noir, que tiene actualmente un grupo de farándula-circo-rock y ha caído por Hamburgo. El resto son anti-fascistas, anti-imperialistas, anti-racistas, autónomos y feministas. Nuestro mejor publico. Siempre.
 
 23 DE SEPTIEMBRE, JUEVES
 
Salimos hacia Dinamarca después de un desayuno fenomenal que nos han preparado a modo de despedida. Comemos en el ferry, y al llegar a Copenhague nos instalan en una casa preciosa. Nos recuerdan un montón a Oslo: el silencio, las calles, la gente...
Visitamos Cristania, últimamente de actualidad debido a los enfrentamientos que tuvieron lugar con motivo del si a Maastricht en la segunda votación y durante los cuales la policía llego a disparar balas reales.
La experiencia de Cistania se remonta al 68, cuando unos cuantos jipis ocuparon un antiguo cuartel militar abandonado. Poco a poco se fue uniendo gente y hoy en día es un verdadero pueblo autogestionado donde viven 1000 personas con su consejo, impuestos para los bares y restaurantes, un taller fábrica de bicis, periódico, radio, sala de conciertos y carteles en los que se prohíbe el consumo de drogas duras. Cenamos en un bufete de pizza y salimos hasta las patas. Las apuestas son el deporte favorito de la banda y esta noche casi convencemos a Pintza y a Iñigo para reventar a base de pizza por unos cuantos talegos.
 
 24 DE SEPTIEMBRE, VIERNES
 
El lugar de la actuación es una fábrica bien acondicionada cedida por el ayuntamiento ante la fuerza del movimiento ocupacioncita. La gente se lo pasa en grande, pero la mayoría están completamente borrachos. Sólo vienen 150 personas; no esta tan mal, si pensamos que la primera vez que toco Fugazi había 75.
 
 25 DE SEPTIEMBRE, SABADO
 
Una llamada telefónica a Irun me comunica la muerte de dos vascos en comisaría. Uno de ellos Txato, era bien conocido de todos nosotros. Siento deseos de vomitar. Pipo me acompaña hasta la estación para comprar “El País”.
El viaje hasta Rostock, en la antigua Alemania Democrática, lo realizamos en silencio.
Comemos también en el ferry, a la entrada de la ciudad, vemos los bloques de casas donde viven los emigrantes que fueron atacados por los neo-nazis con el beneplácito casi general de la ciudadanía. Cada vez más gente por aquí se interroga sobre los efectos que ha tenido la caída del muro: el paro (sobre todo repercutiendo negativamente en la mujer), el problema de la vivienda, el racismo y un auge de la idea de la gran Alemania (nazi, por supuesto).
La sala donde vamos a tocar es una antigua casa de juventud con sala de video, locales para ensayar, dos salas de conciertos, discoteca, bar, taller de fotografía y habitaciones (donde nos alejamos).
La organización es impecable, pero se respira una sensación extraña, mezcla de miedo y tristeza. No disfrutamos del concierto. Desde Berlín se han venido algunos amigos, entre ellos un palestino todo corazón y con ellos pasamos las últimas horas del sábado.